Post 5 del año
Un texto nacido del aburrimiento, del horror de la estabilidad.
Hoy por hoy mi "filosofía" se basa en este... pedazo de mujer. Para los que no la conozcan, sintonicen nada más El Ángel del Deporte todos los días a las 8 de la noche junto a Giancarlo Vachelli, Elejalder Godos y el "profesor" Miguel Company en RBC Televisión ...."El canal de la televisión".La estabilidad es aburrida pero me hace bien, no me distrae tanto como ganarme líos pero sí logra que no me ocupen la cabeza tantos demonios que aún no termino por convertir en amigos.
Digamos que hoy día estoy estable gracias a un trabajo amigo. Digamos que aún sigo teniendo dificultades a la hora de hablar y así pudiendo completar una frase, hablando con mi primo por el teléfono, pensando una oración divertida o embarrándome a mi mismo con toda una porquería charlatana, NO TERMINO POR CREERME ... LO FACTIBLE DE VIVIR Y DE SENTIRME VÁLIDO. Válido por ser único, único por ser como soy. Entonces a veces creo que añoraría ser más como Jimena Lindo y - como ella - hablar siempre de las mismas pelotudeces de siempre, haciéndolas mas interesantes por el simple hecho de estar configuradas en un envase raro. Cinematográfico. Teatral. Y bello.
Perra de mierda, perras de mierda...¡Pues yo no quiero hallar belleza donde no veo nada lindo!. ¿Me dejé oir bien? ¿Ah? ¡No quiero hallar fulgor en formas impostadas y raritas!. ¡Me importa un carajo el tonto jardín de las delicias!, ¡me importa una rufla si es que coincidimos pensando tonterías o no!, ........................
sin embargo...................... me gustaría formar parte de tu panel. Así es. De tu selecta congregación de galantes esfínteres. De tu sanita fila india de muchachos de fina estampa. No busco eso, jamas lo busqué ... pero sin embargo me gustaría sufrir menos y para eso se requiere nada más que un buen polo Billabong. Sufrir menos, sí, eso quiero. No jalarmela tan seguido, no increparme tanto por el porque y por el cuanto, no hacerme bolas por el método ni el medio. Este es un medio ocre, el Perú es un medio ocre y aquí lo mas normal es la sinvergüenza fragancia que estan emanando ahorita mis axilas. De mis alas. ¡Ay que pícaras! Que estan recoooooooooontra cochinasas, porque puta, no hay pe (pa´l) desodorante.
No lo ha comprado mi hermana. No lo he comprado yo. No hay tiempo para ir a comprar a la farmacia. Sólo se va a la farmacia cuando hay riesgo de traer un calato al mundo. Harta sazón batería reggaetón. Y estoy mas jodido que nunca, porque por estar resfriado no puedo dormir calato por las noches. Y en sí, ultimamente estoy con bastante insomnio. Con muchas pesadillas recurrentes de muerte y rabia.
Digamos que ya no me cuesta reconocer que la "U"es el equipo más popular del Perú ( factor poco importante pero real al fín ) y que los dirigentes de mi querido Alianza saben tanto de fútbol como yo de matemáticas. ¡Que no soy un Pitágoras, joder!... pero que sí me vacilaba un montón el jogo bonito del cariocasa Sócrates. ¡Arriba Alianza!. ( Hoy más que nunca). Arriba yo, abajo yo, todo el día me he pasado grabando una canción... 50 pistas para no lograr nada más que el ruido de todo un portavasos Basa con los vasos encima, y encima.... con los vidrios todos rotos. Un desastre, una hecatómbe de náucea, una gripe mal curada que me sigue molestando ... y mis axilas apestosas, porque ni yo ni mi señorita hermana nos hemos dignado a ir todavía en búsqueda del jijunasumadre antitranspirante Fá.
Bueno, digamos que ayer ( en mi poca afortunada tanda de sweet dreams ) soñé que una noche de espanto nos levantó a mí y a mi señorita hermana de nuestras respectivas camas. Así como lo oye estimado publico oyente. SOÑÉ. Y que emborrachados de la angustia vespertina acudimos pasmados en nuestras pijamas a ver qué cosa pasaba. ¡Santa Cachucha, una tragedia! Todos los honorabilísimos miembros colégas y vecinos de mi edificio aparecian a través de la ventana de mi comedor pudriéndose de frío y de llanto en las - a esa hora abandonadas - veredas de la Calle Paita. Gritando " Se ha matado el Ignacio, ¿ por qué padrecito bueno si era tan jóven?". Su madre la doña Casilda, cual Nazarena derramando lágrimas de sangre. Ríos de culpa. Mares de indignación por los mil y tantos mal llevados años de miserable irrupción pastelera en tan sólida ( y sordida) formación cristiana. ( Y castrense, ojo... y castrense). Puta que el pastel lo había hecho leeeeeeeeeeña al pobre, por la culpa del bendíto chifón veíamos yo y mi hermanita a la mamá del Ignacio reclamándole a su oveja negra con un clásico "Cómo pudistes" - que aunque muy justificable, razonable, y ad honorem, ya sonaba más a un pretexto y a "Ampay me salvo" de mala madre que quiere meterse en el pellejo de cordera ejemplar- . Qué te va a escuchar el Nachito, tía Casilda... eso uouón está mas tieso que la palanca de Puchungo Yañez. De tanto estar duro ya se ha quedado tieso. De tanto negrearse el pobre ya se ha venido en peso. Y ya es en vano recriminarle estúpidamente si ya nunca jamás va a abrir para tí sus oidítos. Esta muerto el chucha, mamita Casilda. Y te digo "mamá" porque me conmueves y me paralizas a través de la ventana. Al grado de querer ir a abrazarte y ofrecerme a tí en adopción desde este preciso instante. Ya no sufras más viejita bella, ya el papachito no se va a aparecer mas. Su luz ya quemó. Su foco ya extinguió. La conchesumari, todo por el .... todo por el... Por él y su puto hobby al riquísimo pastel. Por eso entiende por favor que él ya no se va a aparecer más. Te lo pido.
Ya no te va tocar el timbre un martes a las 6 y media de la mañana, cuando cante el gallo y a tí te duelan las carnes del reumatismo... absolutamente pasado, pasadaso de vueltas y con su sonrisita ganadora de " Vieja soy tu hijo, el que sabe hacerla, cocerla y meteeeeeeeeeerla". ¡¡ Puta que te pasabas también pues Nacho!! Tantas noches en vela que mantuviste como centinelas a tus padres. Sí, lo se... te hiciste a todas las Bertolloti en la orilla de Makaha y le descolgaste el orteguita a una que otra suela allá por las alturas de Ticlio. Así eras tu puto, siempre parabas embalado. Digamos que yo te envidio un poco pues Nacho, a la mierda.. te envidio un montón.
En verdad siempre lo he hecho, y ahora que estás muerto ( cosa que es increíble ) y que tu ídolo el Ñolberto jugará de crema ( cosa que aún me es más increíble) puedo darme el lujo de confesártelo sin temor a jugarme el puesto y a ser relegado por siempre bajo tu sombra. Chupame la pinga Ignacio de mierda, bonito fue compartir todas esas tardes contigo en la azotea del edificio ... pero la verdad es ahora que tú estas muerto y yo every breakfast con la mecha encendida.
Por eso papá, te confieso que cuando adiviné porque lloraba tu mami, porque lloraban todos y grité como presagiando tu mal destino al abrir las ventanas del corredor, supe ahí entonces, que nunca se canta victoria hasta quemar el último cartucho. Y tu mi friend, te acabaste tus perdigones de mocoso engreído hace ya bastaaaaaaante rato. Se te acabaron antes de tiempo. Al tokepala. Game over puto.
Ni cuenta te diste de que a tu cassete "Cuentos de la Cripta (parte 2)" del grupo boricua El Chombo se le terminó por carcomer la cinta de tanto estar mal colocado entre aquel cajón ingobernable que tenía tu mesa de noche ( llámese también el staff televisivo del que me gustaría formar parte... solo para machacarlas a esas dos zorras), que tenían al fin y al cabo todos tus tristes vicios.
Te vimos yo y mi señorita hermana, digamos que te vimos en una triste y policiaca escena abierto de piernas en los cordeles y sujetados los extremos de tu piel sangrante, lado por lado, a los chinches con los que cuelga la ropa los viernes por la tarde tu sacrificada veedora. Puta que habías sido bien grande. No solo de la chula ah .... sino también de todo, de patas, de fémur, de brazos (puta que broder,¡que brazos tan laaaaaaaaaaaaaaaargos man!), de espalda, de tronco, de dedos, de pómulos y hasta incluso de labios, causita. Si si si, así como lo oyes... te parecías a Mick Jagger y yo ni cuenta me había dado.
De lo que sí no voy a hablar es de toda la cantidad de pobredumbre que emanaba de tu páncreas. Para qué si sería humillante. Así estes muerto y pueda darme el lujo de joderte, digamos que te voy a respetar en tu (des) gracia. Y no voy a hablar de todo los litros de líquido aviar que se desprendió de tus entrañas, ni de esa especie de petróleo tan denso - y espeso como tu especie- que arrojaron tus hígados. No voy a hablar de eso y punto final.
Tía Casilda, ya el papachito no se va a aparecer más. No se va a asomar descalzo a despertarte, como cuando tenía 6 años y quería dormir contigo en tu cama. Ni a pedirte que le limpies el rabo después de comerse medio tazón de zucarítas con leche chocolatada. Es en vano, el no va a volver. Y lo tienes que entender porque no te queda otra. Y se me va hacer mas amargo de lo que ya está el café y por lo consiguiente se me va enfríar también y voy a acabar llegando tarde al trabajo, y la administradora me va a joder descontándome parte de mi paga diaria por ser un irresponsable. Y me voy a amargar también yo, y voy a acabar cabreándome mas de lo que ya estoy... mordiendo por el resto de mis horas la pesada goma de mascar del que se sabe ya vencido y sabe que no puede hacer más nada.
No hay nada mas que hablar mamita Casilda. Estamos aquí en el 505 para servirte - viejita de mierda- yo y mi señorita hermana. Para apapacharte y hacerte piojito y todo lo que tu quieras mientras ves tu telenovela - que a mi también me gusta ver - todas las noches a las 9. Déjame nomás ponerme mis pantuflas y acudir hacia tí allá afuera y sacarte de esa multitud escandalosa de llorones y lloronas que hacen tanto chongo y no dejan dormir al resto del vecindario a consecuencia de una falta ajena. De, cómo no, el irresponsable de tu menor hijo.
Digamos que hoy ya iba a comenzar a cumplir mi labor de hijo adoptado sin complejo de Edipo cuando se me apareció el Ignacio en la puerta de mi depa. Con la nariz chueca haciendo agua, la guata colorada por el verano.... y estrechándome la mano para que fueramos a comer pastel a la azotea.
Puta que me cagó el Nacho. Puta que digamos que ahí me di cuenta que todo era un sueño.
¡Que sueño hace! Me voy a dormir.
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