Para mi primo Rodrigo ( un eterno blanquiazul, asi ahora lo niegue)
Nos podrán haber eliminado del Sudamericano Sub-20 tras una penosa presentación para el olvido, pero asi lo querrámos, a quienes nos gusta el fútbol y somos hinchas incondicionales de este inevitable gérmen llamado el julbo peruano, nunca nos será suficiente.
Lo confieso, hasta el día de ayer estaba harto de todo lo referido al folklore que envuelve la pelotita a nivel nacional. Mentiría si digo que no juré para mí mismo que esa ( la de la derrota con Argentina) sería la última vez que prendería la tele con el fin exclusivo de echar a volar mis ilusiones confiando en que " este partido sí ganamos, hoy día si la hacemos". Pero no pasa pues, y si pasa no vuelve a ocurrir en un millón de años. Nuestras brevísimas páginas de éxito en el fútbol han sido posible gracias a una muy afortunada conjunción de elementos, que en un momento determinado tenía que resultar. Así el destino ni Dios lo quisieran.
A los peruanos nos encanta de una manera enfermiza el fútbol y eso es algo inegable. Sin embargo ese adaptado dicho ( me imagino que pasa igual en todos los países ) de que "Dios es peruano" es, valgan verdades, un slogan vacío y querendón tirando para cojudo. Inclusive ahora me acuerdo de la propaganda que hizo el canal del estado para la navidad y que decía algo así como "Porque Jesús es peruano, le llamo niño Perú". ¡Por favooooooooooor! Doy mi vida por desmentir ante la ONU tal falacia estúpida. Es increíble todo lo que hacemos aquí para vender humo al desilusionado.
Si en todo caso yo estaría equivocado y se comprobara que efectivamente Dios es peruano, e igual suerte con Jesucristo, aún así osaría yo a romper tal dogma aduciendo que en materia de fútbol esa fórmula NO SE CUMPLE. Nuestro fútbol, salvo alucinantes chispazos del tiempo, siempre ha sido una broma de mal gusto, una especie nunca nacida y si es que la hubo, pues, hoy está en periódo de extinición. Nadie pone en tela de juicio que los peruanos seamos buenos hinchas, pero de ahí a que nuestro balompié corresponda - o al menos lo intente - en igual medida al grado de afición que aquí posee, verdaderamente suena a imposible. Imposible por los siglos de los siglos amén. Oleado y sacramentado.
Y entonces, como nunca va a haber en nuestro país paridad entre la calidad del hincha y la del nivel futbolístico... los hinchas, a pesar de todas las derrotas ya sufridas y todas las muchas que aún nos esperan, jamás declinarán en su aliento. Como hincha maniáco que aún soy, solo le pido que si es usted ajeno a esta pasión irremediable, no trate por ningún motivo hallarle una explicación clínica a la razón de este romance por la pelota. Pierde su tiempo, estimado lector, porque el fútbol - como el rock and roll- no tiene fórmulas. Como dijo una vez muy sabiamente mi estimado Aldito Miyashiro "El fútbol no se piensa en frío, se siente nomás con la sangre hirviendo".
Y es cierto. Uno cuando ama este hermoso deporte, para bien o para mal, nunca va a dejar que el gozo de una victoria o la rabia de una derrota permanezcan latentes solamente hasta el minuto 90. No pues, para los hinchas el fútbol va a mas allá de una competencia amistosa. Traspasa la duración de un partido. Es un encuentro, un pacto. Entonces el resultado siempre irá mas allá de lo virtual y, querrámoslo o no ( cuando uno verdaderamente es hincha ) trascenderá al grado de mimetizarse y expresarse en todo lo que concerniente a nuestra vida personal.
Eso es precisamente lo que me pasó hoy en la mañana cuando saliendo del psicoterapeuta ojeé los periódiocos y ví que en los titulares, mas allá de resaltar la última caída de nuestros chibolos ante Venezuela, sobresalía una bendíta información que me cayó como anillo al dedo para comenzar mi día de una mejor manera.
Alianza, mi Alianza Lima de toda la vida, aquel que el año pasado me hizo más saltar de la cólera que de la satisfacción ( al grado incluso de yo haberle deseado con todo mi corazón el descenso ), había comenzado el día de ayer su presentación en el 2009 venciendo en un partido amistoso jugado en Chile al equipo del Audax Italiano 2 a 1. Que rico. Por más que el enfrentamiento no haya sido oficial, a uno lo llena de optimismo enterarse que el club al que amamos comienza a generar ilusiones con buenos resultados.
Hasta que aguante el cuerpo. Alianza versión 2009, ¿con esto basta?
Estamos a casi un mes y medio de empezar el campeonato local y por más que parece que los demás equipos se han reforzado mejor que Alianza, no se porque tengo el presentimiento de que este año no va a sernos indiferente. La verdad no la podemos tapar con un dedo y - al igual que en la Federación - el principal enemigo para el equipo intimo reside, asi suene a chiste, en precisamente quienes hacen y deshacen las gestiones por "el bien" del equipo. Esos señorones buenos para nada, argolleros y poco rectos, que comandados por Carlos Franco ( ahora ya volvió "Cuchi" de Souza Ferreyra ) son los únicos culpables de la vergüenza tan mayúscula que nos tocó vivir el año pasado.
Mientras no hayan elecciones presidenciales en Alianza Lima, nada va a estar a salvo y todos - incluido el propio profesor Costas - estarán en la cuerda floja. Igualmente, mientras no se den oportunidades a los jóvenes valores, las canteras van a seguir estando por las puras y aquellos chicos con cierta predisposición para lograr algo - como ha quedado demostrado con el porterito Eder Hermoza, al cual ni bola se le da en el club - nunca estarán a la altura de las circunstancias. La experiencia comienza en el ámbito local, así que si nunca fogueamos a nuestros pequeñines en el torneo lorcho, ¿ cómo carajo vamos a pretender que esten al nivel de los otros pequeñines del continente cuando se enfrenten en un torneo internacional, como el último clasificatorio Sub-20 ?
Hay muchísimas cosas por ordenar al interior de la institución. No nos mintamos otra vez, como sucedió desde el inicio del año pasado. Las consecuencias - como ya hemos comprobado- son fatales. Dudo que Alianza vuelva a pisar la misma piedra del 2008 y acabé nuevamente disputando la permanencia en el profesionalismo; Sin embargo, este año no hay excusas de ningún tipo y Alianza tiene que campeonar. Sí o sí.
La base del equipo del año pasado ( que para serles sincero no me parece un plantel tan malo para el medio local ) se mantiene salvo considerables bajas como la de Ernesto "El Samurai" Arakaki. Confío en que el manejo de "Costitas" devuelva a mi Alianza la brújula perdida. El popular "Garganta de lata" ya sabe además lo que son los títulos dirigiendo a la oncena blanquiazul. Me parece un profesional muy responsable, con un aparente don de mando y llegada al jugador. Por ese sentido me hallo tranquilo.
Con respecto a la contrataciones, bueno pues... los argentinos Claudio Velásquez (quién ya la descoció hasta decir basta en el José Galvez de Chimbote) y el recientemente llegado Gustavo Fleitas, tienen el deber de cumplir con la misión para la cual han sido encomendados, es decir : hacer goles, y lo que me parece más importante todavía : JUGAR EN FUNCIÓN AL EQUIPO, cosa que el año pasado Alianza no pudo consolidar ni en la primera ni en la segunda parte del torneo. Una forma de juego totalmente desorganizada, sin un orden al que respetar.
Justamente ayer Velásquez y Fleitas han sido los autores de los goles íntimos en Chile, así que esperanzas hay. Y mientras mas esperanza haya, mayores serán las expectativas.
Finalmente, no podría acabar la presente reflexión sin mencionar a Johnnier Montaño. El colombiano tiene una deuda pendiente con el equipo tras una primera temporada en Alianza en la que si bien destiló algunas pinceladas de la incuestionable calidad con la que esta dotado, no alcanzó la solidez y el protagonismo esperado de una figura de su talla, la que - como en el 2007 cuando estuvo en Sport Boys - verdaderamente debería descollar en un panorama tan mediocre como el peruano. En términos mas comunes, Montaño debería pasearse cual salsero en Cali y al final del 2009 con su rumba picarona moverle el culo al son de un título a la sufrida y leal hinchada grone. Él lo sabe, ojala nomás que no se le olvide.
Jugadores que no me convencan - al igual que el sponsor (¿que chucha hace Cristal auspiciándonos?) - hay muchos. Libman y su manera tan inestable de atajar, por ejemplo. El muy presagiable regreso del beodo Juan Jayo Legario también. Pero bueno, no quiero comenzar a quejarme antes de tiempo y echar a perder la alegría que me ha invadido hoy a raíz de esta buena nueva aliancista desde tierras mapochas.
Espero de todo corazón que mi equipo, El Equipo del Pueblo, consiga una corona este 2009. No voy a pecar de exigente tampoco, y pedirle a Alianza a estas alturas que juegue como siempre ha jugado Alianza. No, sería mucho pedir y lo perdido no se devuelve en 2 días.
Por lo menos deseo un equipo corajudo y alegre que me haga inflar el pecho cada domingo y acudir contento a clases con la blanquiazul mas radiante que nunca.
Este jueves es la presentación oficial de nuestro equipo a las 7 y media de la noche en el Alejandro Villanueva frente al Once Caldas del "Cholo" Fano. Mi padre y mi hermanito Matías, como yo íntimos hasta los huesos, llegan mañana a Lima y me han invitado a asistir a dicho evento. ¿ Cómo podría desistir a tan importante cita ? Ahí estare, alargando junto a mi padre y mi hermanito la tradición familiar por el amor a Alianza. Y que mejor forma de comenzar el 2009 que alentando al equipo desde el arranque de la temporada.
Ahí nos vemos entonces, íntimos de corazón . Arriba Alianza.
En las buenas y en las malas Alianza Corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario