sábado, 3 de julio de 2010

De parte de Dante Patricio Murillo : ¡QUE LA SIGAN MAMANDO!

post fundamental, al fiel estílo de las crónicas personales del buen amigo.


No puedo evitar sentir una lástima cercana cuando lo veo a Diego Maradona despedirse enternado como director técnico de un mundial que pudo haber agigantado -aún más- su inmensa leyenda. No dudo que el Diego haya estado pensando en cómo hacer para tragarse tanta frustración en medio de su volátil temperamento de león. No dudo tampoco que este ídolo de barro haya empezado a sacar, en silencio, varias conclusiones agridulces de este, su paso inexperto y ad honorem como entrenador de su queridísima albiceleste. La verdad que me duele verlo culminar antes de tiempo este periplo por Sudáfrica, que fue de película, y que como en los mejores films de acción, pudo haber merecido un desenlace mucho más auspicioso. Me entristece pensar, luego del partido con Alemania, que esos besitos y palmaditas en la espalda para sacar del letargo al todavía brillante Lionel Messi, sean probablemente los últimos que "El Pelusa" brinde como estratega en un césped de juego a los suyos.

Con este desliz gaucho, hoy muy seguramente el país de la samba ha podido recobrar en algo su patentada felicidad. Se habrán olvidado en Copacabana del traspié de ayer con el país de Van Der Sloot, - a comparación del Diego - Dunga podrá pasar caleta, y a lo mejor hasta salga Pelé en las próximas horas, a declarar, con su igualmente patentada sonrisota de hombre sano, pleno y exítoso, que Maradona 'no es mais que un jogador', que zapatero a sus zapatos, y que viva el carnaval.


Volverán seguramente las mismas críticas y especulaciones con respecto a si un personaje de la estabilidad psico-emocional de Maradona está en condiciones para cumplir una tarea de la dimensión que correspondía su cargo. Por un buen tiempo, la sombra de esta -por así decirlo- insólita experiencia como dt, sobrevolará alrededor del Pibe De Oro, y aunque resulta impredecible saber irá a depararle de ahora en adelante el destino, a mí por lo menos me queda muy claro que Diego Armando Maradona cumplió este nuevo ciclo en su ligación al fútbol, con la misma dignidad, entrega, personalidad y amor propio que siempre lo caracterizó.

Me identifico plenamente con la vocación al reto que muestra Maradona. Sí uno tiene una convicción, un profundo y poderoso anhelo, tiene que hacer algo al respecto, y serle fiel a los irrenunciables sentimientos por encima de que en el camino se muestren objeciones por los modos y las maneras con que optamos por desenvolvemos. Opiniones con respecto a nuestros cometidos siempre habrán, y serán muchas, de las más diversas. Y lo único que habrá de mantenerse perenne con nosotros, será la propia conclusión, la propia motivación que nos llevó a concretar un hecho.

Ayer la vida retó mi capacidad de mantenerme fiel a lo que creo. Exigí que se cumpliera un derecho que solicité respetar, y al ver que no se hizo, protesté una vez más, así esto llevara al asunto a un grado de mayor dificultad. Fue un episodio de difíciles decisiones, en el que se han involucrado múltiples y encontradas emociones, pero del que finalmente no rehuí cuando la cosa se puso más fea. Burocrático me dirán por mis métodos. Sí y qué...


Yo no mentí. Como ser humano tengo el total derecho a expresar mi verdad de la forma que me parezca la más apropiada. De ahí, que mis mecanismos te parezcan los menos adecuados... pues problema tuyo causita.

Mi verdad la empleo a libre albedrío, y eso será así siempre. De ahí, que por eso me tenga que ver enfrentado con los códigos de convivencia de un cierto grupo social, de una comunidad .... 'Cha que gajes del oficio, pue.

Cuando -con pruebas- me llamen mentiroso, ahí recién bajaré la cabeza y callaré mi voz.

Mientras tanto, mis causita del alma, seguiré mirando al mundo tan de frente como Maradó a Joachim Low. Y derramando lisura characata al són de un sonoro ¡QUE LA SIGAN MAMANDO!

ah sí, una yapa.