Al regreso, en el carro, mi mamá nos contó sobre una señora que le había hablado emocionada de su hijo, un ex-alumno de mi colegio hoy convertido en médico, que le enviaba desde España dinerito para que se engiera. Y nos pusimos a pensar en voz alta qué sería de nosotros al cabo de unos años. Mi papá dijo que todo podía dar muchas vueltas, y mi mamá se permitió soñar orgullosa con sus futuros nietos. Que su más grande sueño era poder gozar de ellos. Y que se imaginaba a mis hijitos todos descuidados y descalzos.
2 comentarios:
que linda tu mama y tu portate bien y respetala (tierna la entrada al blog un poco extraño en ti).
mierda hermano q entrada mas humana en serio amigo enternecedora el hecho no solo de que tu mami este pensando en esas cosas, sino y algo tb admirable, es q compartas algo tan intimo con aquellos q leemos tu blog. un abrazo para ti amigo.
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