jueves, 13 de septiembre de 2012

MAGO DIBUJANTE

No sacaré conejitos de mi gorra, pero aquí te traigo una bonita reflexión.



Últimamente he caído en la razón de que en el dibujo como en la vida, si algo no sale como lo deseo, quiero arreglarlo.

Así haya gastado 5 horas o perdido varios meses en una labor.

Esta mañana, dibujando,  me di cuenta  que si algo no está a mi gusto, pues, no me quedo satisfecho y bostezando un "Ah, qué chucha".

La verdad que no, y me sorprende, ya que prensaba yo que últimamente estaba más sumergido que Nessie en el Loch Ness del conformismo.

Bueno, primero que nada, volveré al comiencito y analizaré que cosa me parece que está medio astalashuevas y así, intentaré arreglarla.

Borrón y dibujo nuevo, o mejor dicho... ¡Borrón y otra vez a dibujar!

Intuyo que esto de trabajar con dedicación y disciplina (cosa novedosa para mí, os debo confesar) es un proceso largo, realmente. Intuyo, también, que a la larga trae grandes aprendizajes y -por qué no- beneficios.

Me estoy sintiendo como "El Mago" Markarián cuando toma con cautela la ruta mortal de las clasificatorias.

Mientras tanto, preferiré intentar mil veces y aún así tener días errados, a quedarme -como antaño- plácido domingo en mi catre viendo el programa Amor, Amor, Amor.


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