LAS VACACIONES SON... UN BUEN MOMENTO PARA ODIAR

Esta entrada debí haberla publicado hace como 3 semanas, pero bueno, igual vale ahora.




" And there are no letters in the mailbox, and there are no grapes upon the wine, and there are no chocolates in your boxes anymore, and there are no diamonds in the mine "




Llegué a Arequipa ayer. Muy temprano, a eso de las 7 y media de la mañana. Muerto de sueño. La noche anterior quisiera no haberla terminado con tanta anticipación.
Celebraba yo. Disfrutaba yo. Con ella y mis amigos más cercanos en un sucuchito simpático de Barranco. Horas antes se había inaugurado oficialmente la exposición número 71 de la Facultad de Arte, y dado que me hallaba con prisa por mi inminente partida, arribé al evento con una nada leve tardanza. Y qué les digo, ahí también iban a estar expuestos algunos dibujitos de mi diario.
Fue un día para locos. Tuve que hacer mi maleta e imprimir el puto boarding pass, con la cabeza zumbándome un culo mientras se hacía tarde tarde, y lo que era más importante : culminar una de las más importantes cositas que había dejado pospuesta para este año. Un regalo inconcluso para mi amada que ya de sorpresa tendría bien poquito.
Logro acabarlo, con un heroismo tal que me pone pilas... pero esto se queda sólo, como siempre, dentro de mi pequeño territorio.
Apuro el paso y me tengo que duchar con agua helada debido a circunstancias que he pasado por alto. Recuerdo en eso que un chino bien buena gente me ha pedido que le venda un ejemplar de Regalo De Cumpleaños. Me siento honrado y comprometido, y como el puta debe presentir que soy un falla... ¡me ha mandado por internet un recordatorio para que no me olvide de su pedido!
Dando por concluido todo, incluso este detalle, y habiendo contestado innumerables llamadas telefónicas que preguntaban siempre lo mismo,

" ¿Hijo, ya tienes listo todo para la hora de ir al aeropuerto? "

ó

" ¿Dante, a que hora tienes pensado venir a la exposición? ", voy y ya no regreso.


Todo ha circulado tan rápido que ya me hallo ahora en las afueras de su casa, despidiéndomela con besitos y apapachos que quisiera nunca se acaben. Y ahora en el auto de Abel, yendo lentamente por la Marina, con el volúmen bien bajito escuchando una canción de los Cranberries que me parece le da muy bien al momento. ¡Es que quedan tan pocas luces encendidas a esta hora!

Hoy estoy en Arequipa descansando pero extrañándote harto.
Contento de ver a mi familia, pero medio furioso con la Flora. Que apenas me vió llegar a casa no pudo darme mejor bienvenida que aquella en la que resaltó todos los granos que me han salido ultimamente.
Satisfecho de tener todo el tiempo del mundo para dormir, pero alterado por no poder conciliar el sueño en mi primera noche.
Gordo.
Gozando la descarga de varios álbums por Taringa, pero odiando al mismo tiempo, y en silencio, a todos esos conocidos cojudos que por el Facebook paran acortando y trastocando palabras (lé, ja, gud, shé, rainé) y preparando viajecitos a pueblos pequeños por Año Nuevo, para disfrutar de sus porros y su manuchaoskaidad con todo el esplendor que su vibrante juventud les otorga.

...............Por qué carajo escribo esto, ¿¿Será que los envidio un poco??