LOS MISMOS HIJOS DE PUTA

así es.

Nunca he sido un tipo especialmente violento, no por falta de ganas, sino porque sencillamente.. a donde he ido nunca me ha nacido causar problemas que colinden con la gresca por las huevas. Pero ¿Qué puedo hacer si en mi camino se mete derrepente algún badulaque que quiere desfogarse conmigo o tomarme por huevón? Incluso a veces esos badulaquillos son los menos esperados. En fín, uno nunca sabe donde estará ese pincharrón que te enrojezca la válvula, y lo que es peor, es impredecible cómo se va a reaccionar. No te metas conmigo nomás porque puedo sacarte mi arma.




The Rolling Stones - Street Fighting Man (del tour del 73, sonando con más furia que nunca)
** les ruego encarecidamente que pongan la canción para leer el texto, veran que no miento.

Todo comenzó el jueves en La Victoria. Jugaba Alianza contra la U de Chile por la Copa Libertadores. Fui porque amo al equipo blanquiazul y no me quería perder por nada tan trascendental lid, que todos soñabamos con que sería victoriosa. 'Cha que gasté mi tiempo (aún sabiendo que esta era una semana complicada, ajetreada) y el dinero que me regaló mi padre en comprar un bonito polo para lucir bien pitito el día del partido, también compré las entradas (hablo en plural porque fui con mi primo Rodrigo y el suyo, Bruno). Como dije, era una semana complicada, este mi último año de mierda en la universidad nos esta exprimiendo el reloj con tanta cojudez de investigar para la tesis, con cuchucientas mil lecturas para los diveros cursos teóricos (vaya que los 3 que llevo son horribles) y todavía.. sacar tiempo para dedicarme a mi proyecto de taller. Una joda. Igual fui a Matute a darlo todo por el equipo de mi vida. El estadio llenecito -acabamos ubicándonos en Sur tras ciertos problemas iniciales con la quebrada ley- y la hinchada dándose integra por el club. Un desastre, el gol demoró en llegar 80 y tantos minutos, y cuando lo hizo.... fue en nuestro portico. ¡Un desastre! me sentí frustrado, rabioso por las respuesta del Zorrito, Zlatan y compañía a todo el aliento que les dimos. Un desastre porque siento que cada vez que tenemos la oportunidad de rejuvenecer la -cada vez mas sepia- gloria de nuestra historia futbolística, terminamos haciendonos la pila del miedo. Ni que hacer... salida apresurada del estadio ante tanto faite faltoso del Comando que -sabe dios con cuantos gramos de coke dentro- uzurpaba a la mala nuestra salida. Lamentable, decepcionante.... hubiera querido no despertar el viernes.

Pero lo hice.
Era el día del tradicional bautizo en Arte pero antes teníamos que recoger a mi padre -que llegaba desde Puerto Maldonado- en el Jorge Chavez. La hora de su arribo era supuestamente a las 13 y 10. Eso decía en la cartilla electrónica de vuelos, pero nunca sucedió así. Una hora se pasó lentamente y nada. Ni yo ni mi hermana nos dijimos nada pero estaba claro que rondaba cierta incertidumbre (miedo) en el aire. Incluso mi viejita comenzó a llamarla a la Maji por el celu media nerviosa. Sentí que tenía que hacer algo mas que tocarme los granos de mierda que me habían comenzado a salir en la cara por haberme afeitado luego de meses. Fui a consultarle a un encargado de LAN Perú. Ojo, yo soy bien (por no decir exageradamente) educado a la hora de pedir algo, y doy fé de que esta vez no fue la excepción. Le pregunté al sujeto la razón de la demora, refiriendome por supuesto al horario que mostraba el tablerito electrónico ese. Me dijo que no hiciera caso a donde decía 13 y 10 (repito, supuestamente ahí decía "hora de llegada") y que me fijara ahora en el otro recuadro denominado "hora estimada". Esta bien, muy útil su información pero me quedé pensando cuál era el motivo entonces de esos dos recuadros electrónicos con dos horas diferentes. Así fue que le pregunté por mi duda.
Hubo entonces una pausa en su accionar como si se sintiera incómodo por lo "larga" que se estaba volviendo mi consulta. A lo mejor el individuo este se habría hartado de que -con justo derecho- le estuviera quitando algunos minutos mas de su valioso tiempo, qué se yo..... Pero lo cierto es que me puso una mueca, un mohín tan estúpido de incomodidad, de fastidio y soterración por mi pregunta, y no tuvo mejor idea que decirme "Señor, ya le expliqué como funcionan las cosas, ¿es que acaso no me ha entendido?"
Apoderado de los naturales nervios que sentía por el misterioso retraso del avión de mi padre, y, por qué negarlo, de toda la bronca por la derrota aliancista del día anterior, me fui a la carga contra el infeliz este de LAN Perú, que sentí me estaba tomando por huevón. " ¡¡¡¡Carajo, quiero que me digas para qué hay dos horas entonces!!!!!!".
Afortunadamente, por el bien de todos, mi papi aparecería por la plataforma de arribos pocos minutos después.

El bautizo fue de lo más soso, ni siquiera me embriagué, pero el día no acabó tranquilo -lástima- pues una enana cobarde insultó -en medio de su fiestera ebullición y usual idiotez- a mi enamorada. No pude evitar reaccionar en defensa de mi chica. Lo peor de todo fue que la faltosa ocasional había estado amparada en un grupito donde -sin quererlo- estaba también mi amiga Muriel, la cual se sintió afectada por mis represalias verbales.

Y para cerrar con broche de oro, justamente ayer Muriel celebró su cumpleaños en una atractiva fiesta. A la cual, fui solicitado también como baladista invitado. Fuimos gente de la Facultad (pocos) y otros chicos -medio arties- que son bien amigos de Muriel. Jamás hubo integración entre uno y otro bando -a lo mejor no tenía porque haberla ¿no?- pero, ocurrió un incidente que hizo que me asqueara un poquito más de la cuenta y que me preguntara qué chucha he hecho yo para merecer tanto suceso desafortunado esta semana. Murielita, Sergio, Daniel y el que les habla - más conocidos como El Club Del Tiro- nos pusimos a tocar "Brand New Cadillac" con la mayor frescura ante el deleite general de la partida audiencia del llamado Puputi Pari. En eso un tarado que estaba a lado del escenario -y que por alguna razón minutos antes había estado anunciando por el micrófono la urgencia patética de su necesidad sexual- se las dio de Cobain y se lanzó contra mi batería pateando el bombo y empujando el micro.
Mucha mierda. ¡¡¡ MUUUUUUUUUUCHA MIERDA YA PARA MÍ !!! Agarré el atril del micro y se lo lancé por la espalda al chuchasumadre, me paré de la batería y sólo atiné a irme con los míos. Lástima que no pude impactarlo. Lástima que no pudimos seguir tocando. Soy tan pacífico y cojudo que no fui luego a buscarlo para meterle un puñete.